Hoy es 22 de Agosto. Quizá para la mayoría no sea un dato significante, pero para la Patagonia es un día de Verdad y Justicia.
Un día como hoy, hace 46 años, fusilaban a 16 presos políticos en la Base Aeronaval Almirante Zar. Tomando provecho de la inauguración de la revista en dicha fecha, escribo sobre lo que sucedió, como un evento que debería ser recordado con la
magnitud del 24 de Marzo (de la manera que lo hizo Raymundo).
El 15 de Agosto se lleva un operativo de fuga en Penal de Rawson, lugar al que habían sido trasladados los presos políticos (provenientes de distintas partes del país) por su lejanía y poca visibilidad nacional. El plan consistía en un levantamiento dentro del penal y apoyo externo para el escape posterior. En la salida, los estarían esperando un auto y dos camiones, en los cuales esperaban sacar a más de cien combatientes. Sin embargo, se encontraron sólo con un auto que estaba destinado a los líderes más importantes; pero los demás camiones no aparecieron. Los seis líderes logran escapar, tomando un avión con destino a Chile, donde gobernaba Salvador Allende, quien posteriormente resistió las presiones del gobierno argentino, que pedía la extradición de los combatientes. Cuando el avión se preparaba para el despegue, llegaron tres taxis con los 19 faltantes. Al quedar éstos sin cobertura, fueron llevados a la Base Aeronaval
Almirante Zar.
El documental de Raymundo Gleyzer, que realizó para el Grupo Cine de la Base (agrupación asociada al ERP), ilustra la situación previa a este traslado, donde los guerrilleros de la FAR, ERP y Montoneros dialogan con periodistas de manera pacífica, explicando la situación, y pidiendo así mismo, un médico y un juez que los resguarde. El mismo, de no más de media hora, despliega en un plano secuencia el nerviosismo y la inminencia de la tragedia. Finalmente, Gleyzer elige fotografías de los masacrados y pequeños videos, para concluir con la idea del fusilamiento, pero permitiéndoles a los
militantes estar vivos a través de estas imágenes.
De los 19, sobrevivieron tres: María Antonia Berger, Ricardo René Haidar y Alberto Camps. En el libro “La patria fusilada” de Paco Urondo, cuenta, luego de su liberación, la tragedia ocurrida. Es así como en la madrugada del 22 de Agosto de 1972, los presos son obligados a formar mirando al piso, siendo ametrallados por una patrulla a cargo
del capitán Sosa y el teniente Roberto Bravo.
José Haidar, hijo de Ricardo René Haidar, declara en el caso de su padre: “La idea de fugarse consistía en continuar la militancia", sostuvo el testigo. "El 15 de agosto de 1972, se realiza la fuga del Penal de Rawson. Falla esa fuga por un desentendimiento con el transporte. Se logran fugar seis. Hay un segundo grupo de 19, en el que estaba mi padre, que toma el Aeropuerto de Trelew e intentan abordar un nuevo avión, pero no puede: son cercados por el Ejército, justamente por la Marina, con efectivos que estaban en la Base Almirante Zar. Deciden entregarse con la condición de que se les respeten las condiciones de vida y los derechos humanos básicos, con un juez, con un médico. Como ya se sabe, y como ha pasado muchas veces en la historia argentina, estos sectores militares incumplen esa palabra y terminan siendo llevados a la Base Almirante Zar, donde están una semana. Son torturados y maltratados. Se les realiza incluso una tentativa de homicidio. Son interrogados sin ningún interés de recabar información, sino por el mero hecho de torturarlos y de quebrarlos en algún punto. A la semana, el 22 de agosto, se realiza el fusilamiento: la Masacre de Trelew. Como ya se sabe, eso no fue hecho por unos militares de medio o bajo rango, sino que fue una decisión ejecutada desde el propio Poder Ejecutivo Nacional. Ese fue el primer hecho en su vida, lo decimos con mis hermanos, en el que mi padre fue asesinado, fue muerto y logró sobrevivir. Gracias a esa supervivencia es que mi hermano menor Marcos y yo estamos vivos, y tenemos la posibilidad de recordarlo y de continuar de alguna manera su lucha y sus ideales", sostuvo José Haidar. "Los tres sobrevivientes
continuaron luchando", concluyó el testigo.
Esa noche del 22, el gobierno sancionó la ley 19.797 que prohibía toda difusión de informaciones sobre organizaciones guerrilleras. En los días sucesivos, hubo manifestaciones en las principales ciudades de la Argentina. Incluyendo, el 11 de Octubre del mismo año, el “Trelewazo”, con los principales objetivos de liberar a los detenidos en el penal de Villa Devoto por la "Operación Vigilante", justicia por las
víctimas de la Masacre de Trelew y liberar a Mario Abel Amaya.
María Antonia Berger, Ricardo René Haidar y Alberto Camps fueron desaparecidos en la Dictadura Cívico-Militar precedente. Raymundo Gleyzer también fue secuestrado y desaparecido por la Dictadura Militar, el 27 de mayo de 1976, dos meses después del
golpe de Estado.
Redacción: Carolina Capart
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